La Credencial del Peregrino es uno de los documentos más importantes del fenómeno xacobeo actual. Es el documento que va a demostrar nuestro esfuerzo como peregrinos o caminantes y conviene entender su funcionamiento para evitar malos entendidos en el momento de llegar a Santiago y solicitar la Compostela o cualquiera de los certificados alternativos de los que hablamos en este otro artículo.
Veamos ahora 7 aspectos importantes sobre su uso y un consejo extra. Te lo dejamos al final.
1. ¿Para qué sirve la Credencial del Peregrino?
Si aspiras a conseguir la Compostela (el documento que prueba la peregrinación según las normas dictadas por la iglesia) o cualquiera de los certificados alternativos, la credencial del peregrino es la forma de acreditar tu peregrinación. En otras palabras: sin credencial no hay Compostela, así que guárdala a buen recaudo y consérvala todo lo posible de mojaduras, roturas, etc.
Además de presentar la credencial correctamente cumplimentada (más abajo explicamos cómo), el Cabildo compostelano impone otros requisitos que debes tener en cuenta para obtener el certificado. Son estos:
- Tener motivaciones religiosas o espirituales para la realización del Camino. Otras motivaciones, como las culturales, deportivas o recreativas no dan derecho a la Compostela, y para estos casos existen certificados alternativos. Puedes ver más información sobre esto aquí mismo.
- Hacer la peregrinación siguiendo alguno de los itinerarios que el arzobispado considera «oficiales». Descubre cuál escoger y por qué.
- Realizar al menos los últimos 100km a pie o a caballo, o los últimos 200km en bicicleta. O 100 millas náuticas a vela, siguiendo a pie desde el puerto de atraque hasta Compostela.
- Tener edad suficiente para entender el sentido religioso de la peregrinación, lo que excluye a menores de 9 años (con excepciones, según la propia web del arzobispado).
- Presentar la Credencial del Peregrino con los sellos necesarios y colocados de la manera correcta al personal de la Oficina del Peregrino que expedirá la Compostela.
Si se cumplen estos requisitos, la Compostela se entrega en el momento de llegar a Santiago, en la Oficina del Peregrino, en la Rúa das Carretas, nº 33 — a escasos trescientos metros de la catedral.
2. ¿Cómo funciona la Credencial?
La Credencial del Peregrino es una especie de pasaporte que nos acompaña durante todo el Camino. Tiene como objetivo recoger los sellos de la peregrinación, que encontrarás en diferentes puntos del Camino (más abajo explicamos dónde). Además — y esto es importante — es personal. Lo que quiere decir que cada persona solo puede llevar la suya (o suyas).
La norma dice que debes poner un sello al inicio de la etapa y otro al final, de manera que, al llegar a la Oficina del Peregrino, el personal que está allí compruebe las distancias entre puntos y que tu peregrinación es «humanamente» posible. En otras palabras: si haces el Camino a pie y entre un sello y otro hay 50 ó 60 km, por ejemplo, se entiende que no es posible hacerlos en un sólo día y que se habrán usado vehículos, por lo que se podría denegar la Compostela. Esto es a criterio del personal de la Oficina del Peregrino.
Entre el primer y el último sello de cada día puedes colocar cuantos quieras. De hecho, coleccionar sellos de los lugares por los que se va pasando se ha convertido en un divertido reclamo dentro del Camino. Y no es para menos. Hay verdaderas maravillas.
3. ¿Dónde obtener tu Credencial del Peregrino?
Una de las preguntas que más nos hacen es dónde se puede conseguir la credencial del Peregrino. Si viajas con una agencia especializada, como Proguías, normalmente la recibirás junto con la documentación de tu reserva. Pero si no es así o viajas por tu cuenta, hay un buen número de instituciones donde puedes encontrarla.
En primer lugar están las Asociaciones de Amigos del Camino autorizadas, tanto en España como en otros países. También puedes conseguirla en algunas instituciones eclesiásticas como parroquias y obispados, o en otros lugares de culto, como monasterios. Puedes comprobar en este mapa (España / otros países) si hay un lugar cerca de tu casa donde puedas conseguirla.
Como alternativa, si no hay ningún lugar cerca de tu domicilio, es probable que puedas conseguirla en alguno de los puntos de inicio más habituales del Camino. Por ejemplo, en Sarria podrás conseguirla en el Convento de la Merced; en Tui la encontrarás en la catedral; en Roncesvalles en la Real Colegiata, etc.
Manual de Caminantes
Descárgate la guía más completa para preparar el Camino de Santiago desde cero y paso a paso.
4. Es imprescindible para los albergues
Si vas a hacer el Camino de albergue en albergue y optas por los que son públicos o de la Iglesia debes tener en cuenta que deberás presentar tu credencial para tener derecho a pasar la noche y usar el resto de servicios. Así que, una vez más, ¡no la pierdas!
Sea como sea, ten en cuenta que las plazas en albergues de este tipo son limitadas y que en épocas en que la afluencia es mayor podría no haber camas disponibles cuando llegues. Llevar tu credencial no te dará derecho a exigir una plaza. Normalmente se asignan por orden de llegada.
Otros tipos de alojamientos como posadas, hoteles, pensiones, casas de turismo rural, etc., no exigen ningún documento. Y tampoco los albergues privados.
5. ¿Dónde se puede sellar?
A lo largo del Camino de Santiago encontrarás un sinfín de lugares con sellos. Todos los albergues tienen el suyo, y lo mismo la mayoría de hoteles, hostales y otros alojamientos de este tipo que encontrarás en las proximidades del Camino. De modo que es realmente fácil cumplir el requisito mínimo de sellar una vez al comenzar la jornada y otra al terminar.
Por el medio, como hemos dicho, puedes poner cuantos sellos quieras. Los encontrarás en todos los templos a pie de camino, en multitud de edificios públicos, en comercios, cafeterías, etc. Los hay de todos los colores, tamaños y formas y algunos son verdaderamente bonitos.
En todo caso, ten en cuenta que las credenciales tienen un número limitado de espacios para sellar. Su diseño ha ido cambiando con el paso del tiempo y las que se expiden actualmente (2021) en el Oficina del Peregrino tienen 34 huecos libres, así que, a dos sellos por día, sirven para 17 días de Camino (al menos).
Y decimos «al menos» porque es habitual que a la Oficina del Peregrino lleguen credenciales con sellos en los márgenes o sobre los mapas que hallarás en el reverso de las páginas. Lo único que importa es que los sellos estén bien visibles y con la fecha marcada. Y que la distancia entre localidades (que aparecen en el dibujo del sello) se corresponda con el tipo de peregrinación que estemos haciendo. Y si no quieres salirte de los espacios marcados, siempre tienes la opción de llevar otra credencial.
6. No todas las credenciales son iguales
Relacionado con el punto anterior, ten en cuenta que no todas las credenciales son iguales. Cada año se hacen nuevas tiradas y a veces se incorporan pequeños cambios.
Además, el Cabildo ha hecho ediciones especiales en años anteriores que se distribuyen a las asociaciones de Amigos del Camino, obispados y parroquias y que pueden tardar más en agotarse. Así que es posible que cuando vayas a recoger la tuya te entreguen una credencial de diseño más antiguo. No importa. Es igualmente válida.
7. ¿Cuánto cuesta?
Otra de las preguntas que más nos hacen: ¿cuánto cuesta cada credencial? Lo cierto es que es difícil indicar un precio universalmente válido, porque hay instituciones que aplican un pequeño sobrecoste a las que venden.
Lo que si podemos indicarte es que la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela las vende a 1,50 € y que en Proguías nos encargamos de enviar una a cada una de las personas que viajan con nosotros.
Bonus track: Llévate un papel secante
Y para terminar, un consejo rápido. Una de las sorpresas desagradables de rellenar nuestra credencial en el Camino es descubrir que la tinta de los sellos mancha. Es decir que, si cierras la credencial inmediatamente después de estampar el sello, la tinta aún húmeda manchará también la hoja opuesta.
Para evitarlo puedes esperar a que se seque o llevar un recorte de papel secante o de otro tipo para colocar entre la hoja que estés sellando y su opuesta. Así el exceso de tinta se transfiere a ese papel y evitas ensuciar la credencial.
